Hace unos días una compañera de trabajo comentó en su facebook que se había quedado sin gasolina en la carretera con su hijita de cuatro meses. En su mensaje pedía oraciones por su protección mientras llegaba su esposo a socorrerlas con gasolina para el auto.
Esta noticia no es nada inusual. A pesar de los avances tecnológicos en los autos de hoy día para evitarlo, la gente por distracción o descuido se queda sin gasolina continuamente. A mí me ha pasado más veces de las que quisiera admitir.
Gracias a Dios quedarse sin gasolina es un problema muy fácil de resolver, particularmente en estos días de comunicación instantánea. Todo lo que mi compañera de trabajo tuvo que hacer fue llamar a su esposo y problema resuelto. Si su esposo no hubiese estado a su alcance por alguna razón u otra, ella cuenta con bastantes personas entre sus contactos que la habrían ayudado. En una situación así hasta los desconocidos se hubiesen acercado para ayudarla.
Este simple suceso de un auto sin gasolina en la carretera se quedó grabado en mi mente y me hizo pensar en nuestras relaciones más importantes. Las cosas que más importan en nuestras vidas conciernen a nuestras relaciones interpersonales. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros abuelos y tíos, nuestros amigos - todas estas son relaciones importantísimas para cada uno de nosotros. Se puede ser cada una de estas que he mencionado sin estar casado, pero ninguna de ellas es más importante que cuando se está casado porque es precisamente en el matrimonio donde todas las demás relaciones filiales e interpersonales hallan su origen. De ahí la desastrosa estadística que nos indica que de un 40 a 50 por ciento de los matrimonios en Estados Unidos termina en divorcio. La relación fundamental de nuestra sociedad está sufriendo una gran crisis hace años. ¿Qué sucede qué tantos matrimonios se están quedando sin gasolina?
Al aplicar la imagen al matrimonio no podemos escapar al hecho de que estamos tratando con un problema mucho más serio y grave del que cuando se nos queda el carro sin gasolina. Obviamente, no es lo mismo que se me quede el carro sin gasolina a que mi matrimonio se quede sin gasolina, pero la correlación es estrecha. ¿Descuido? ¿Distracción? Es muy posible. En el fondo, cuando tiramos la toalla con nuestros matrimonios - cuando se les acaba la gasolina - entran en juego cosas mucho más profundas que un simple descuido o distracción.
Así como sucede con nuestros carros, también sucede con nuestros matrimonios. La diferencia es que las implicaciones son más severas para nosotros y todos los que nos rodean cuando nuestros matrimonios se van a pique. Entonces cabe preguntarnos, ¿cómo evitamos que nuestros matrimonios se queden sin gasolina? La respuesta es sencilla: prestando atención a las señales de aviso así como solemos hacerlo con nuestros carros porque quedarse sin gasolina sea en nuestro carro o en nuestro matrimonio es un gran “mal rato” que no vale la pena pasar.
¿A qué viene todo esto? La razón es que mi esposa y yo queremos invertir una vez más en nuestro matrimonio y en el de todos los que deseen acompañarnos para una nueva jornada del Curso para Matrimonios en la Comunidad Hispana en Truro. ¡Queremos todos los tanques llenos!
Si el tanque de gasolina de tu matrimonio está lleno te invito a acompañarnos porque el Curso para Matrimonios te ayudará a continuar como vas junto a tu esposo/a. Si lo que tienes es medio tanque de gasolina en tu matrimonio, ven al Curso para Matrimonios porque te ayudará a llenarlo por completo. Si tu matrimonio está en “empty”, ven porque el Curso para Matrimonios te ayudará a llenarlo también. Si tu matrimonio se estancó porque se quedó sin gasolina, ven también y vuelve a descubrir la sensación, la seguridad y la felicidad que se siente cuando el tanque de tu matrimonio se vuelve a llenar. El Curso para Matrimonios es para ti.
Esta noticia no es nada inusual. A pesar de los avances tecnológicos en los autos de hoy día para evitarlo, la gente por distracción o descuido se queda sin gasolina continuamente. A mí me ha pasado más veces de las que quisiera admitir.
Gracias a Dios quedarse sin gasolina es un problema muy fácil de resolver, particularmente en estos días de comunicación instantánea. Todo lo que mi compañera de trabajo tuvo que hacer fue llamar a su esposo y problema resuelto. Si su esposo no hubiese estado a su alcance por alguna razón u otra, ella cuenta con bastantes personas entre sus contactos que la habrían ayudado. En una situación así hasta los desconocidos se hubiesen acercado para ayudarla.
Este simple suceso de un auto sin gasolina en la carretera se quedó grabado en mi mente y me hizo pensar en nuestras relaciones más importantes. Las cosas que más importan en nuestras vidas conciernen a nuestras relaciones interpersonales. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros abuelos y tíos, nuestros amigos - todas estas son relaciones importantísimas para cada uno de nosotros. Se puede ser cada una de estas que he mencionado sin estar casado, pero ninguna de ellas es más importante que cuando se está casado porque es precisamente en el matrimonio donde todas las demás relaciones filiales e interpersonales hallan su origen. De ahí la desastrosa estadística que nos indica que de un 40 a 50 por ciento de los matrimonios en Estados Unidos termina en divorcio. La relación fundamental de nuestra sociedad está sufriendo una gran crisis hace años. ¿Qué sucede qué tantos matrimonios se están quedando sin gasolina?
Al aplicar la imagen al matrimonio no podemos escapar al hecho de que estamos tratando con un problema mucho más serio y grave del que cuando se nos queda el carro sin gasolina. Obviamente, no es lo mismo que se me quede el carro sin gasolina a que mi matrimonio se quede sin gasolina, pero la correlación es estrecha. ¿Descuido? ¿Distracción? Es muy posible. En el fondo, cuando tiramos la toalla con nuestros matrimonios - cuando se les acaba la gasolina - entran en juego cosas mucho más profundas que un simple descuido o distracción.
Así como sucede con nuestros carros, también sucede con nuestros matrimonios. La diferencia es que las implicaciones son más severas para nosotros y todos los que nos rodean cuando nuestros matrimonios se van a pique. Entonces cabe preguntarnos, ¿cómo evitamos que nuestros matrimonios se queden sin gasolina? La respuesta es sencilla: prestando atención a las señales de aviso así como solemos hacerlo con nuestros carros porque quedarse sin gasolina sea en nuestro carro o en nuestro matrimonio es un gran “mal rato” que no vale la pena pasar.
¿A qué viene todo esto? La razón es que mi esposa y yo queremos invertir una vez más en nuestro matrimonio y en el de todos los que deseen acompañarnos para una nueva jornada del Curso para Matrimonios en la Comunidad Hispana en Truro. ¡Queremos todos los tanques llenos!
Si el tanque de gasolina de tu matrimonio está lleno te invito a acompañarnos porque el Curso para Matrimonios te ayudará a continuar como vas junto a tu esposo/a. Si lo que tienes es medio tanque de gasolina en tu matrimonio, ven al Curso para Matrimonios porque te ayudará a llenarlo por completo. Si tu matrimonio está en “empty”, ven porque el Curso para Matrimonios te ayudará a llenarlo también. Si tu matrimonio se estancó porque se quedó sin gasolina, ven también y vuelve a descubrir la sensación, la seguridad y la felicidad que se siente cuando el tanque de tu matrimonio se vuelve a llenar. El Curso para Matrimonios es para ti.