Mis lágrimas bajan furiosas gritando;
son el último residuo de mi pozo vacío.
Se escucha fuertemente el eco del silencio
en la lentitud de mis pasos.
Sé que estás aquí conmigo
dejándome andar solo en el quebranto.
¿Volveré a ti ahora cuando más cerca me has tenido?
Sí, sé que estás cerca, muy cerca en medio
de esta harta turbulencia.
Y entre el eco y el silencio y el quebranto de mi aliento
intento dirigir a ti mi pensamiento atribulado.
Creo como creen las alas en el viento
a pesar de mis entrañas bautizadas en el polvo.
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